I Festival de Historia Pública: Fronteras Abiertas
Investigador Predoctoral

(Universidad Autónoma de Madrid - Departamento de Historia Contemporánea )

Un espacio de reflexión y participación sobre lo público de la historia. Con ese objetivo se desarrolló en el Museo de Artes y Tradiciones Populares de Madrid (Centro Cultural la Corrala) la primera edición del Festival de Historia Pública: Fronteras Abiertas. Organizado durante los días 15 y 16 de octubre de 2021 por la Asociación Española de Historia Pública y la Casa de Velázquez, el festival trató de integrar la producción académica y universitaria de conocimiento histórico con la de otros sectores de la sociedad interesados en una articulación democrática del pasado y sus narrativas. Uno de los objetivos centrales del Festival fue cuestionar la concepción de la Historia como un saber enciclopédico cerrado, que los/as historiadores/as ofrecen a otros sectores de la sociedad como receptores pasivos.

Sin pretender abandonar la aproximación crítica propia de la historia que se lleva a cabo en universidades, institutos y centros de investigación y documentación, el Festival buscó acoger otras voces y relaciones con el pasado. Voces desde los campos creativos del cine, el documental, el comic, la novela histórica, la divulgación en redes sociales, la música, la recreación histórica, o la museística. Vincular al profesional con el ciudadano en las dinámicas del conocimiento histórico, promoviendo el diálogo y la reflexión en favor de una democratización del conocimiento histórico fue uno de los lemas del Festival, en el que primaron las dinámicas de debate y participación colectiva sobre la exposición sistemática y unidireccional por parte de ponentes1.

La primera edición de este festival ha supuesto también el acto de presentación de la Asociación Española de Historia Pública2, fundada en 2020 con el objetivo de contribuir al debate sobre los usos colectivos del pasado y la democratización del conocimiento histórico. La historia pública, entendida como “el empleo de los historiadores y del método histórico fuera de la académica3”, es un campo que ha tenido una exitosa expansión en el mundo anglosajón y francés. Esto ha llevado a numerosas reflexiones sobre el concepto y sus usos, así como a una proliferación de actividades y organizaciones ciudadanas centradas en la articulación comunitaria del pasado4. Esta tendencia ha estado mucho menos presente en la esfera pública e intelectual del ámbito hispánico y la Asociación Española de Historia Pública, busca solventar esta carencia. Heredera de distintos proyectos marcados por un compromiso democrático que busca en el pasado respuestas y herramientas para el presente, la asociación busca potenciar herramientas, espacios y actitudes de responsabilidad cívica y compromiso social entre los/as historiadores/as, al tiempo que trata de integrar los intereses y respuestas ofrecidas por parte de la ciudadanía. Se pretende explorar la posibilidad de generar nuevos consensos colectivos sobre los significados del pasado y redefinir el papel del historiador, no ya como un arcano del saber histórico cedido a la comunidad, sino como un profesional capaz de mediar entre otras voces y agentes sociales igualmente relevantes.

Tras la inauguración institucional y la presentación del Festival y la Asociación, se dio paso a seis talleres temáticos que perseguían cubrir los campos más dinámicos en los que actualmente se está desarrollando la Historia Pública en España. El espíritu del Festival —un espacio de diálogo entre distintos agentes sociales que se han acercado al pasado en busca de herramientas de reflexión y lucha por aspiraciones democráticas— queda bien reflejado en las palabras de Roger Chartier:

“Nuestra obligación ya no consiste en reconstruir la historia, tal como lo exigía un mundo dos veces en ruinas, sino en comprender mejor y aceptar que los historiadores ya no tienen hoy el monopolio de las representaciones del pasado. Las insurrecciones de la memoria así como las seducciones de la ficción son firmes competidoras5.”

Las denominadas por Chartier como insurrecciones de la memoria podrían definir el contenido del primer taller del festival. Titulado “Narrar el pasado: cómic y literatura” y coordinado por Miriam Galante (Universidad Autónoma de Madrid-UAM), este taller exploró la rica expansión que la novela gráfica y las narrativas no académicas en el campo de la reelaboración de la memoria democrática. En primer lugar, la escritora Loreto Urraca6 (Entre hienas, Retrato de familia sobre fondo en guerra) abordó su concepción de la escritura como una forma de reparación pública a la sociedad. Esa aproximación marca todos sus trabajos en torno a su abuelo Pedro Urraca Rendueles, un agente de Franco en París destinado a la detención de dirigentes republicanos exiliados conocido como “el cazador de rojos7”. Los novelistas gráficos Cecilia Hill (Antonio Machado, Los días azules) y Josep Salvia (La caja de Galletas y Cisco) abordaron la importancia de reincorporar la experiencia personal, tendiendo puentes entre la escritura narrativa y la historia oral como una vía de rehumanización y vivificación de pasados perdidos. En último término, el dramaturgo Antonio Morales Montoro (La ciénaga, Anatomía de un vencejo) llamó la atención sobre los efectos inesperados de identificación e integración que la representación de realidades aparentemente inconexas puede generar en la audiencia, y el carácter autónomo de la narrativa memorialística respecto a las intenciones del autor. La necesidad de la escritura como herramienta de elaboración del trauma, tanto personal como social, fue un aspecto repetido a lo largo de todo el taller.

El segundo taller, “El pasado, imágenes en movimiento: documental y cine”, bajo la organización de Miguel Martínez (University of Chicago), contó con la colaboración de los directores de cine, serie y documental Leo Cebrián, Miguel Ángel Rosales, Pilar Ruiz Gutiérrez y Fidel Cordero. Se abordó la interesante renovación formal que el mundo del documental está viviendo como vector de redefinición de la memoria pública, apreciable en documentales de amplia difusión tales como El año del Descubrimiento, o la obra del Colectivo los hijos8. El debate giró en torno a la representación del pasado en los medios, así como sobre la necesidad de abordar críticamente períodos históricos comúnmente denostados por la historiografía militante, y que finalmente son cubiertos por otros grupos para llegar a una población despolitizada. El público joven asistente al evento intervino para denunciar que la supuesta imagen de desinterés por la historia se explica más bien por una insatisfacción con muchas de las narrativas y relatos existentes en la oferta cultural, por los cuales no se sienten interpelados. Se puso el ejemplo de algunas narrativas históricas y materiales del mundo anglosajón referentes a disidencias raciales y de género, que sí suelen cubrir ese espectro.

El tercer taller del festival, titulado “Del museo a YouTube: recreaciones históricas, divulgación y museos”, estuvo dedicado a explorar las distintas estrategias que los profesionales de la historia con formación académica en la disciplina han desarrollado en los últimos años en favor de una divulgación democrática del pasado. En primer lugar, contó con la participación de Mikel Herrán, el conocido youtuber @PutoMike9, investigador predoctoral de la Universidad de Leicester especializado en arqueología andalusí y autor de la obra La historia no es la que es: es la que te cuentan. Herrán puso en valor la capacidad de redes sociales como Youtube o Tiktok para la divulgación histórica, especialmente entre los sectores más jóvenes de la población, más acostumbrados a estos formatos que a otros medios clásicos como el museo o la lectura histórica. Llamó la atención sobre la necesidad de compromiso por parte de los/as historiadores/as para ejercer un papel activo en dicha divulgación. Frente a la idea comúnmente asentada de un desinterés hacia la historia por parte de la población, él constataba la demanda de explicaciones de eventos del pasado, señalando que esta demanda suele quedar cubierta por agentes divulgadores sin formación histórica y ajenos a los avances de la disciplina. Del mismo modo, recalcó el interés que las redes sociales tienen para la academia en su relación con el resto de la sociedad, señalando su inmediatez y el diálogo que posibilitan con el público, al orientar posibles líneas de trabajo alternativas, descubrir intereses poco atendidos y generar interacciones más fluidas que las de otras formas de divulgación.

En segundo lugar, Guillermo Cózar, profesor de enseñanza secundaria, miembro de Signum Phoenix10, y especialista en recreación histórica abordó los usos de esta herramienta para acercar la Historia a aquellos que no se habían interesado por ella anteriormente. Entendida como una actividad basada en la documentación y la investigación de una determinada realidad histórica, Cózar puso hincapié en el interesante carácter didáctico y divulgativo de esta corriente relativamente nueva en España y Portugal, pero de larga tradición en los Estados Unidos y otros países europeos11. Para Cózar esta actividad guarda grandes similitudes con la Arqueología experimental —ambas se basan en un estudio detallado de las fuentes materiales del pasado y en una recreación artesanal fidedigna de las mismas—, pero se diferencia de ella por su carácter didáctico. En las recreaciones de eventos bélicos o civiles en torno a sucesos históricos considerados de importancia, el carácter teatral, artesanal y lúdico de la actividad debe estar al servicio de la divulgación. Se persigue acercar la Historia a distintos sectores de la población, y especialmente a los estudiantes de enseñanza secundaria, no solamente a través de su exposición visual o narrativa, sino a mediante su recreación colectiva12.

Por último, Solène de Pablos (conservadora del Departamento de Antigüedades Medievales del Museo Arqueológico Nacional) y Emiliano Abad García (investigador predoctoral especializado en Museología) ponderaron los cambios, retos y limitaciones que los espacios museísticos han vivido en los últimos años como instituciones destinadas a ofrecer narrativas del pasado democráticas e inclusivas para toda la ciudadanía. Se puso de manifiesto las innovaciones que se están desarrollando para ofrecer discursos museísticos democratizadores que incluyan experiencias y sectores de la población anteriormente obviados, y se comentaron los esfuerzos emprendidos por el Museo Nacional del Prado o el Museo de América para integrar reflexiones sobre el género, aproximaciones no heteronormativas, o discursos que hagan más justicia a los planteamientos postcoloniales. A su vez, se llamó la atención sobre las problemáticas que plantean estos procesos de renovación museística. En primer lugar, por los límites que el museo tiene para presentarse como un espacio abierto y polifónico, en que el visitante no opere como un receptor pasivo de una narrativa preseleccionada, sino en el cual su voz y percepción del pasado puedan ser incluidas de forma activa. En segundo lugar, porque el receptor clásico e ideal del museo —la ciudadanía— se ha desplazado hacia el turista como receptor ideal del espacio museístico. La creciente orientación de las narrativas ideológicas de los museos, de sus colecciones y sus tiendas (un aspecto generalmente obviado, pero en absoluto menor) hacia ese público turista relega las motivaciones democratizadoras que idealmente deberían poseer dichas instituciones.

Michel Molinera

Michel Molinera, del grupo Canallas, en el concierto ofrecido durante la segunda jornada del I Festival de Historia Pública

La primera jornada del I Festival de Historia Pública culminó con una mesa redonda en torno al estudio de la memoria democrática a cuatro voces:  Cristina Santamaría (CIMOP), Yolanda Aixelá (Centro Superior de Investigaciones Científicas-CSIC), Francisco Ferrándiz (CSIC) y Jesús Izquierdo (UAM). Fue el acto más propiamente académico del festival, en el que cuatro especialistas clarificaron algunos de los aspectos centrales de los estudios de historia democrática. Analizaron el peso del carácter transnacional en la conformación de las memorias, la redefinición de la memoria democrática como la democratización de la memoria, y las implicaciones políticas para una democracia concebida como un proyecto en constante reelaboración y en el cual se hace necesaria una inclusión permanente de nuevas voces anteriormente relegadas a los márgenes. No obstante, la mesa pronto viró hacia un diálogo polifónico en el cual el público incorporó sus percepciones e intereses sobre esta problemática. Fiel al espíritu del Festival, varias personas del público pusieron de manifiesto su postura ambigua ante, parafraseando a Mary Douglas, cómo piensan las instituciones13. Quedó así manifiesta la necesidad de llegar a las personas para lograr la difusión de los relatos, al tiempo que se cuestionó el papel de las instituciones en la difusión de una memoria histórica hegemónica, no necesariamente inclusiva hacia varios sectores de la población. Esta fue una de las preocupaciones más repetidas a lo largo del Festival.

Mural colaborativo

Mural colaborativo realizado durante el I Festival de Historia Pública. @Historia Pública

La segunda jornada del festival se centró en la realización simultánea de dos talleres y dos actividades de libre acceso. Por un lado, Esther Pascua (Universidad a Distancia de Madrid), junto a María Migueláñez (Instituto de Enseñanza Secundaria-IES Barajas), Raquel Aliaga (IES Gabriel García Márquez), Cristina Luz García (IES Las veredillas), Sébastien Malaprade (Université de Paris-Est-Créteil) y Guadalupe Adámez Castro (Universidad de Alcalá de Henares) organizaron un taller grupal centrado en el papel de la educación y la enseñanza de historia. Se abordaron cuestiones como la implicación con el entorno local, la importancia de la coordinación con otras instituciones y los medios para llegar a los sectores más jóvenes de la población. Por otro lado, Arturo López Zapico (UAM), Henar Alonso Rodríguez (Archivera del Estado y Jefa del Área de Descripción del Archivo General Militar de Ávila), Víctor Moraleda Torres (Archivero del Estado, Archivo General Militar de Ávila), Antonio Muñoz Sánchez (Instituto de Ciências Sociais da Universidade de Lisboa, ICS-UL), Verónica Sierra Blas (UAH), Laura Martínez Martín (UAH), y Ana-Rosa Salgado Rodríguez (Grupo “Lectura, escritura y alfabetización” del Seminario Interdisciplinar de Estudios sobre Cultura Escrita, LEA-SIECE) organizaron un taller sobre archivos e historia familiar. Se ofrecieron herramientas y ejemplos prácticos para reconstruir la historia de cada una de nuestras familias, y se hizo un mapa de los principales archivos y obstáculos que los ciudadanos pueden encontrar en esa labor de reconstrucción. El I Festival de Historia Pública culminó con la realización de un mural colaborativo y un concierto ofrecido por Michel Molinera, del grupo Canallas. Tras los aplausos y el silencio, quedaron los ecos de un festival que intentó abordar los campos de actuación hoy día más activos en la Historia Pública española, incorporar esas reflexiones plurales en torno al pasado, y explorar los caminos para la formación de un espacio cívico más democrático. Esperemos nuevas ediciones.

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1

El Díptico de actividades del I Festival de Historia Pública puede verse en: https://www.historiapublica.es/fronteras-abiertas/ y de igual modo se puede acceder a todas las sesiones y talleres del mismo en: https://www.youtube.com/watch?v=2juU2gKb__Q&ab_channel=CasadeVel%C3%A1zquez [última visita 06/02/2022]. Como proyecto, este Festival surge a imagen y semejanza de otros muchos elaborados a nivel internacional en fechas recientes, tales como el Public History Festival de la Universidad de Birbeck en Londres de 2020; o el Festival d’Histoire organizado por el colectivo La Boîte à Histoire en París en 2018.

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2

Se puede consultar las actividades, manifiesto inaugural y contenidos de la asociación en https://www.historiapublica.es/

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3

Robert Kelley, “Public History: its origins, nature and prospects”, The Public Historian, 1978, p. 16-28.

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4

Como atestigua la fundación del National Council of Public History en 1989 en Estados Unidos, la fundación de revistas especializadas, como The Public Historian (1978) o The Public History Weekly (2012), el grupo Clío 70, de la Universidad de Lovaina (1970), o la Fédération internationale pour l´histoire publique (2000).

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5

Roger Chartier, Escuchar a los muertos con los ojos. Lección inaugural en el Collège de France, Madrid, Katz Editores, 2008.

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7

https://elpais.com/cultura/2018/03/21/actualidad/1521635467_154021.html

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8

https://loshijos.org/about-us/

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9

https://www.youtube.com/c/PutoMikel

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10

https://signumphoenix.wixsite.com/signum-phoenix

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11

Alexander Cook, “The use and abuse of historical Reenactment: thoughts on Recent Trends in Public History”, Criticism, 46, 2004, p. 327-339.

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12

Guillermo Cózar, “La recreación histórica en España. Definición, caracterización y perspectivas de aplicación”, Glyphos. Revista de Arqueología,2013, p. 6-28.

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13

Mary Douglas, Como piensan las instituciones. Madrid, Alianza, 1996.