(Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) - Departamento de Arquitectura y Urbanismo)
Reproducción ampliada del letrero de la calle Marielle Franco en la exposición temporal “Marielle Marés”, en el Museo de la República.
“No seré interrumpida”.
Marielle Franco, 20181.
En un episodio reciente2, casi seis años después del asesinato de la concejala de Río de Janeiro Marielle Franco, un hombre irrumpe en un bar y rompe una placa de calle en su honor. La escena muestra, por un lado, el crecimiento de la violencia política en el país en los últimos años, marcado por el auge de los movimientos de extrema derecha y, por otro lado, la importancia y perpetuación de las estrategias de memoria en la producción de placas en honor a la concejala, varios años después de su muerte. El acto de romper la placa “Calle de Marielle Franco” indica una disputa por el poder de la memoria y una movilización del discurso de la planificación del espacio urbano.
Marielle Franco era mujer, negra, habitante de favelas (favelada), lesbiana, socióloga, madre, investigadora y defensora de derechos humanos. Fue elegida concejala en 2016 por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), con la quinta mayor votación en el municipio de Río de Janeiro.
El 14 de marzo de 2018 la concejala y su chofer Anderson Gomes fueron brutalmente ejecutados en el centro de la ciudad, lo que desencadenó numerosos actos en su memoria y en defensa de la justicia. Una de ellas, que generó y sigue generando diferentes reacciones, fue la creación de la placa “Calle Marielle Franco”, que nos interesa analizar aquí, prestando atención a algunas preguntas: ¿cuáles fueron las apropiaciones y disputas en torno a la producción de la placa “Calle Marielle Franco”? ¿Quiénes son los protagonistas de estas disputas por la memoria? ¿Cuáles fueron los cambios notables en la producción de las dos versiones de las placas que se produjeron? ¿Cuáles son los impactos de incorporar el artefacto en museos con diferentes narrativas históricas? ¿Qué aproximaciones han producido hasta ahora los escritos de la historia sobre este acto de memoria?
Tales discusiones dialogan con una producción historiográfica que busca subrayar la importancia simbólica de la denominación de los espacios públicos. Las placas de las calles son parte del mobiliario urbano de las ciudades y son objeto de disputa y atención por parte del gobierno y los movimientos sociales. El acto de nombrar las calles, que en Brasil es responsabilidad de los Concejos Municipales, posee centralidad en las acciones legislativas porque involucra homenajes, memorias y redes de sociabilidad. En este sentido, como señala el geógrafo cultural Paul Claval, “nombrar lugares es imbuirlos de cultura y poder”3.
Isquerdo4 defiende la importancia del estudio de las toponimias, que confirman “la tesis de que la historia de las palabras está muy cerca de la historia de vida del grupo que hace uso de ella”. Esto hace que sea fundamental analizar la disputa de factores lingüísticos, étnicos, socioculturales, históricos y políticos que encarna el homenaje a Marielle Franco en las calles de la ciudad. Espacio público por excelencia.
El historiador Toni Ariño reitera esta importancia a la hora de analizar los impactos del cambio de nombre de una calle en la vida social, a pesar de que muchas veces se ha naturalizado previamente como un rasgo incontestable del pasado. De este modo, “la nomenclatura urbana aparece así como el reflejo de las relaciones de poder –por cierto que diferentes y nada incontestables– a lo largo de la historia”5. Es importante, por lo tanto, ir más allá del “qué” (el nombre) para incorporar el “cómo” y el “por qué” de la nomenclatura de las calles.
El giro crítico de los llamados estudios de nomenclatura de calles, según el autor, llevó a la consolidación de la percepción de la toponimia como un ámbito cultural y una estrategia de reparación e incorporación de valores más inclusivos e identidades más plurales. El ejemplo abordado por el autor consiste en la cartografía de calles de la ciudad de Valencia (España) relacionadas con la memoria del franquismo, en respuesta a la Ley de Memoria Histórica (2007)6, que ordenaba a las administraciones públicas eliminar las menciones y conmemoraciones simbólicas relacionadas con la sublevación militar, la Guerra Civil y la represión de la Dictadura.
En Brasil solo existe una regulación estatal que afecta los nombres de las calles, la Ley n° 6.454 (1977)7, promulgada durante la dictadura militar. Según su artículo 1° “Queda prohibido, en todo el territorio nacional, atribuir el nombre de persona viva al bien público de cualquier naturaleza”. En una enmienda de 2013, se agregó a la redacción “o que se haya destacado por la defensa o explotación del trabajo esclavo”.
Así, se percibe el impacto de las políticas públicas a favor de la defensa de los derechos humanos y/o del deber de memoria en relación con la esclavitud en el país. Sin embargo, los esfuerzos hacia este cambio son tímidos. Coincidencia o no, la acción más reciente en Río de Janeiro fue iniciada por la diputada estadual Mônica Benício (PSOL), viuda de Marielle Franco, cuando propuso dos proyectos de ley para alterar las calles con tributos a los esclavistas de la ciudad en favor de mujeres negras, en una clara estrategia de reparación histórica8.
Es posible señalar que la producción de la placa de la “Calle Marielle Franco” por parte de los movimientos sociales estimuló la acción estatal en respuesta a las repercusiones de las reacciones de duelo por la concejala y la búsqueda de justicia. Por otro lado, también desencadenó respuestas violentas como la rotura de la placa, tanto por parte de ciudadanos comunes como de candidatos de extrema derecha a los poderes Ejecutivo y Legislativo en las elecciones estaduales de 2018, como veremos a continuación.
El artículo se presentará en dos secciones. La primera busca rastrear la biografía de Marielle Franco, su producción intelectual, legado y relación con el territorio de la favela Maré. Las fuentes utilizadas fueron discursos oficiales y tesis de maestría de Marielle y su hermana, Anielle Franco.
En la segunda sección, se analizará el artefacto de la “placa Marielle Franco” y sus inscripciones y disputas en la ciudad de Río de Janeiro a partir de la producción académica sobre el tema. Finalmente, analizaremos, a través de entrevistas con agentes patrimoniales, fotografías y documentos, las resignificaciones realizadas en el artefacto a partir de su exhibición en museos históricos brasileños.
Marcio Seligman refuerza la búsqueda de compromiso entre el trabajo de la memoria individual y social para el tratamiento de las memorias traumáticas. Así, la historiografía debe abrirse a la influencia de los discursos de la memoria y establecer puentes, utilizando, en sus palabras, “la narrativa como pico”9. Como señala Anielle Franco10, “los dolores, como las (re)existencias, son procesos que también se experimentan en las colectividades”.
De esta manera, el artículo pretende contribuir a los estudios sobre las placas de las calles en una perspectiva que extrapola el tejido urbano y dialoga con las memorias del dolor, las escrituras de historias en los museos y las acciones artísticas de protesta.
Es posible afirmar, a partir de investigaciones recientes, que la construcción de políticas de memoria sobre Marielle Franco a través de las placas fue exitosa, a pesar de los intentos de borrado. La reproducción de los rótulos de las calles se vio favorecida por la disponibilidad de arte digital y un mapa colaborativo para la cartografía de los homenajes a la concejala. Además, la fructífera producción académica sobre el artefacto y sus apropiaciones demuestra la relevancia del debate público. También es importante destacar su incorporación a la colección de los museos, así como su exhibición en exposiciones permanentes o temporales. A partir de estas acciones institucionales la placa está definitivamente inscrita en el patrimonio histórico, reforzando su uso simbólico11.
Marielle Franco: de la lucha al luto, del luto a la lucha
En uno de sus últimos discursos en el Concejo Municipal, en el Palacio Pedro Ernesto, ubicado en la Plaza Floriano Peixoto –donde luego se insertó la placa de calle en su honor–, Marielle destacó las numerosas opresiones contra las mujeres, así como sus estrategias de lucha. El 8 de marzo de 2018, Día Internacional de la Mujer, su discurso puso de manifiesto la infrarrepresentación de las mujeres en la Cámara, cubriendo solo 7 de las 51 vacantes de concejales. Presentó las alarmantes estadísticas de Brasil, que ocupa el 7° lugar en el mundo en violencia contra las mujeres, según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Marielle presidía la Comisión de la Mujer de la Cámara de Diputados y, aun así, o por ello, fue interrumpida más de cuatro veces durante unos 20 minutos de discurso. Las dos primeras veces, fue interrumpida por los concejales y les agradeció cortésmente sus deseos de feliz día de la mujer. La tercera vez, un concejal le entregó una flor durante su discurso, lo que interrumpió su flujo argumentativo. Finalmente, pidió a la Presidencia y a los guardias de seguridad que garantizaran su derecho a hablar, cuando un hombre de la tribuna la cuestionó con una frase en defensa de la dictadura militar. Según Anielle Franco, “es un sistema que cree que ninguna mujer, y mucho menos una mujer negra, debe ocupar ningún lugar de decisión y poder”12. “No será la última ni la primera vez” que esto suceda, fueron las palabras de la concejala. Trágicamente, poco tiempo después su vida se vio truncada.
La historiadora May Beard13 analiza hasta qué punto los mecanismos que silencian a las mujeres están grabados en la cultura occidental. En su investigación histórica, desde la antigua Grecia hasta la época contemporánea, busca demostrar los dispositivos utilizados para silenciar a las mujeres, especialmente, pero no únicamente, en público. Según la autora, el diagnóstico de misoginia es una simplificación y la comprensión de la violencia requiere la construcción de una larga línea de exclusión de las mujeres del discurso público. Así, “lo que los provoca no es lo que se dice, es el simple hecho de quién lo dice”14.
El asesinato de Marielle Franco causó una gran conmoción social. En un conmovedor relato, su hermana describe lo que considera el día más triste de su vida:
“Recuerdo exactamente cómo se sintió mi cuerpo temblando cuando contesté el teléfono el 14 de marzo, recibí la noticia del crimen y entendí que, en ese momento, mi compañera de vida se había convertido en mi mayor estrella, guiándome desde el firmamento. Un vendaval sopló sobre la ciudad de Río de Janeiro la misma noche en que me arrebataron a mi hermana, era la fuerza del viento, de la naturaleza, advirtiéndonos que nada de esto sería en vano”15.
Inspirada en los pasos de su hermana, quien también catalizó momentos de dolor para la lucha, Anielle analiza en su tesis el proceso de construcción del Instituto Marielle Franco, en diálogo permanente con intelectuales negras, muchos de ellos saludadas en el mencionado discurso del 8 de marzo en la Cámara. En sus palabras, su negativa al silencio fue “actuar para que el legado y la memoria de mi hermana se mantuvieran vivos, pero con nuestra narrativa, en la que yo, una mujer negra, no sería silenciada ni interrumpida, y pudiera contar mi propia historia, y siguiera siendo la protagonista de todo lo que se hiciera”16.
Así, desde su fundación, el Instituto ha trabajado en torno a los pilares de “luchar por la justicia, regar las semillas, multiplicar el legado y defender la memoria”17. La lucha contra la violencia política, especialmente contra las mujeres negras, es una de las acciones desarrolladas, además de la construcción de diferentes estrategias de memoria, entre ellas “#MarielleNaRua”, que fomenta la construcción colaborativa de un mapa de artes callejeras en su honor. Además de las actividades de gestión del Instituto, Anielle Franco se convirtió en ministra de Igualdad Racial en 2023.
Marielle Franco fue una mujer inmersa en temas urbanos y comprometida en movimientos de reflexión y acción para hacer frente a los grandes desafíos relacionados con la compleja realidad de la enorme metrópolis que es Río de Janeiro. Nació en el Conjunto Esperança, una de las dieciséis comunidades que componen el territorio del Complejo de Maré y donde viven cerca de 140 mil personas. La región limita con la Bahía de Guanabara y está ubicada entre importantes autopistas que atraviesan la ciudad de Río de Janeiro: Avenida Brasil, Transcarioca, Linha Vermelha y Linha Amarela.
La favela de Maré, así llamada por la presencia de manglares y playas que dominaban su paisaje18, comenzó a ser ocupada desde la época colonial, cuando jugó un papel económico preponderante, ya sea porque contaba con dos puertos (Inhaúma y Maria Angu) a través de los cuales se transportaba la producción de las haciendas locales, o porque alimentaba con sus manglares a los ingenios de caña de azúcar y alfarerías que allí se instalaban.
Objetivo de numerosos proyectos gubernamentales con diversos intereses políticos, la Maré, hasta entonces considerada una favela, pasó a ser tratado por el gobierno como un área totalmente urbanizada, condición que hizo posible la creación del barrio en enero de 1994, durante la primera administración del alcalde César Maia. Desde sus inicios, no ha sido reconocido por la mayoría de los residentes, que prefieren identificarse con los barrios que rodean la región: Bonsucesso, Manguinhos, Ramos o Penha19.
En este contexto, en 1997, un grupo de vecinos se unió para crear la organización no gubernamental Centro de Estudios y Acciones Solidarias de la Maré (CEASM). Sus fundadores, en su mayoría, tenían títulos universitarios, estabilidad profesional y participaban activamente en movimientos colectivos en la Maré.
En 1998, Marielle Franco se inscribió para estudiar en el proyecto Curso de Ingreso Preuniversitario Comunitario (CEASM), cuyo objetivo era ampliar las posibilidades de ingreso de los residentes, especialmente de los jóvenes, a las universidades. Posteriormente, fue secretaria de la ONG que, desde su fundación, ha trabajado para superar los estigmas contra las favelas. El CEASM jugó un papel importante en la formación política de Marielle, que asumió su militancia partidaria en la defensa de los derechos humanos y en la lucha por deconstruir el estereotipo de la Maré como un lugar de marginalidad y violencia.
Se graduó en Ciencias Sociales en la Pontificia Universidad Católica (PUC) e hizo su maestría en la Universidad Federal Fluminense, defendiendo su tesis sobre las Unidades de la Policía Pacificadora, en 2014.
La violencia contra las mujeres ha impactado la vida de Marielle a lo largo de su carrera. En la biografía producida por el proyecto WikiFavelas20, se narra un episodio doloroso: “En 2005, su amiga Jaqueline de la época del examen de ingreso preuniversitario [...] fue asesinada durante un tiroteo en la favela [...]. Este doloroso momento la acercó aún más al debate sobre el derecho a la vida en la favela y la seguridad pública”21.
La relación con la Maré, la lucha contra la opresión y la defensa del feminismo negro son eslabones esenciales para entender la trayectoria académica y política de Marielle. En su tesis, el territorio de la Maré es un caso de estudio para comprender la relación entre las políticas de seguridad pública en la ciudad y el estado penal, cuya marca más emblemática sería el asedio militarista en la favela22. Los datos sobre el aumento de la violencia en las favelas después de la implementación de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP), como los asesinatos y las desapariciones, así como los informes obtenidos durante las visitas de campo y en sus actividades profesionales, dibujan un panorama de violaciones sistemáticas de los derechos. En su investigación señala que:
“Dado que el proceso de ‘pacificación’ no alcanzó al conjunto de la población, debido a que las grandes inversiones existentes se priorizan para la ciudad de los grandes eventos y no para un legado permanente de los ciudadanos en su conjunto, la policía quedó para los residentes de las favelas. Y esto se hizo en un clima de victoria, como si hubiera dos "naciones" compitiendo por el territorio. Al final de cada ocupación, se colocan las banderas de Río de Janeiro y de la policía, como si el gobierno y la policía no fueran también habitantes de las favelas. Este simbolismo de la guerra [...] presenta a las favelas con las UPP como si fueran territorios conquistados”23.
Aunque el enfoque de la autora en su investigación no se centró en el simbolismo y la importancia de las marcas en los territorios, ya sea con signos o banderas, es interesante notar cómo el tema emerge en sus consideraciones finales. Al pensar en la UPP como una intensificación del Estado Penal en Brasil, el simbolismo de la conquista del territorio aparece como un indicio de violencia y subordinación del “otro”. Tras su muerte, los espacios públicos y privados fueron demarcados con placas en su honor, lo que generó tanto reconocimiento y adhesión como violencia y repudio.
Placa de la “Calle Marielle Franco”: de la ciudad a los museos
La placa “Marielle Franco” tiene al menos dos versiones24. La primera fue producida el 20 de marzo de 2018, y sigue el patrón del municipio de Río de Janeiro, sobre fondo azul y letras blancas, con el nombre de la calle y una breve descripción de la homenajeada. Abajo, una faja blanca con los números de los bloques y el Código Postal (CEP).
En esta versión, el texto dice: “Calle Marielle Franco (1979-2018). Concejala, defensora de los Derechos Humanos y de las minorías, cobardemente asesinada el 14 de marzo de 2018”. El número del código postal indica la calle Joaquim Palhares, donde fueron exterminados la concejala y el chofer Anderson Gomes. La placa fue colocada en Cinelândia, en el centro de la ciudad, como un acto popular de homenaje y disputa de memoria, cubriendo el nombre oficial de Plaza Floriano Peixoto.
Meses después, fue retirada de allí y rota deliberadamente por tres candidatos a diputado y gobernador en un acto de campaña electoral, bajo la acusación de no ser oficial. En los reportajes publicados después del acto de destrucción, los argumentos evocados por los candidatos fueron el mantenimiento del orden y la denuncia de depredación de bienes públicos, así como el cuestionamiento de la ignorancia de otras víctimas de la violencia25. Es importante señalar que los tres candidatos, hombres, blancos y conservadores, fueron electos, aunque con una trayectoria posterior marcada por condenas, inelegibilidad e investigaciones en curso26.
En respuesta, esta versión de la placa fue reproducida en imprentas de todo el país, lo que dio lugar a apropiaciones privadas y públicas, basadas en una campaña de crowdfunding: “Ellos rompen una, nosotros hacemos cien”. Creada por el periódico Sensacionalista, la campaña de reparación alcanzó su objetivo en veinte minutos y reunió a donantes de todo el país. El acto que tuvo lugar el 14 de octubre de 2018 fue planeado como un flashmob en el que los participantes dibujaron el nombre de “Marielle” con las mil placas producidas, frente al Palacio Pedro Ernesto, en Cinelândia, que logró gran repercusión en la prensa y en redes sociales.
Ewa Domanska señala cómo el “giro performativo” ha ampliado el interés de las Humanidades en relación con la noción de que ciertos fenómenos existen solo en el acto de ejecución y deben repetirse para comenzar a existir. Según la autora, el giro de las Humanidades hacia el arte como una forma alternativa de presentar, analizar, comprender y cambiar el mundo, convirtiéndose en una forma de presentar y transmitir el conocimiento que es más importante que la ciencia como tal27. Es posible percibir el impacto de la performance en el acto de 2018, reverberado en espacios privados y públicos con la exhibición de la placa “Calle de Marielle” como símbolo de adhesión a las causas que defendió e, igualmente, una estrategia de lucha por el esclarecimiento del crimen y la justicia.
La segunda versión de la placa es el homenaje oficial, inaugurado por el alcalde Eduardo Paes, del Partido Social Demócrata (PSD) el 14 de marzo de 2021, con motivo de los tres años del exterminio de la concejala. Tiene los mismos datos que el nombre y las fechas de nacimiento y muerte, sin embargo, la descripción cambia significativamente a “Concejala Marielle Franco. Mujer negra, favelada, LGBT y defensora de los derechos humanos”. Abajo, en la sección blanca, las palabras “Brutalmente asesinada el 14 de marzo de 2018 por luchar por una sociedad más justa”, reemplazando la norma oficial de números de bloque y código postal. Se eliminó el lugar de exterminio y el rótulo de la calle se convierte, a pesar de la estética muy similar al modelo oficial de la ciudad, en un homenaje ajeno al poder de nominación, desprovisto de referencia espacial.
La lingüista Deborah Pereira28 señala que existe un juego de deriva entre las placas de calle “Plaza Marechal Floriano Peixoto”, “Calle Marielle Franco” y “Concejala Marielle Franco”, es decir, la nomenclatura oficial, la intervención popular y el homenaje. De acuerdo con su análisis, la placa de “Concejala” se establece por la posición organizativa de la ciudad (a través del homenaje), ya que no causa desorden en la toponimia. Por otro lado, la “Calle” emerge como una estrategia de reescritura incesante a través de movimientos militantes, desafiando el orden del poder público29. Es importante recordar que el tema del orden público fue el argumento central evocado en los discursos de los políticos que rompieron la placa.
El filósofo Mijaíl Bajtín30 advierte que “los signos sólo pueden aparecer en un terreno interindividual”. Por lo tanto, es necesario estimular y producir interacciones para que el lenguaje y el pensamiento puedan movilizarse. En el análisis semántico de la alteración de las placas, Pereira31 llama la atención sobre la existencia de una disputa entre ambas versiones:
“Hay, por tanto, en esta escena enunciativa de la inauguración, una disputa entre dos hablantes: el locutor-administrador que, tres años después del asesinato de Marielle, inserta una placa en la plaza, pero no produce nada que provoque una desestructuración oficial en la ciudad; y el locutor-manifestante, que llena la ciudad de miles de placas con la enunciación ‘Calle Marielle Franco’ en un intento de decir (n)la ciudad a través de su desorganización”32.
Es posible percibir un esfuerzo por parte de los locutores-manifestantes para que el arte de la placa esté disponible gratuitamente para su reproducción, como en los sitios web del Instituto Marielle Franco, el PSOL y la mencionada campaña de crowdfunding. Asimismo, existen iniciativas para la preservación de la memoria digital, como la página “Calle Marielle Franco”, que mapea y documenta colaborativamente la presencia de signos y artes urbanas en todo Brasil. Lamentablemente, el mapa interactivo no se encuentra disponible, pero su existencia indica la reverberación de las placas de calles en todo el país33.
La memoria social tiene una dinámica que, por lo tanto, escapa, al menos parcialmente, a los embates del poder político, como lo demuestra la vida social del artefacto. Más que registrar la toponimia del exterminio de Marielle Franco, la placa indica una amplia adhesión subjetiva, política e institucional a las luchas que representó la concejala; una respuesta al brutal y cobarde asesinato, que aún no ha sido completamente dilucidado.
Para Anielle Franco, directora ejecutiva del Instituto Marielle Franco, “la placa se ha convertido en un símbolo [...]. Ha llegado a lugares y personas que nunca imaginamos. Es, sin duda, un poder de demostración de la memoria, de los sueños, de un legado muy grande”34.
La dimensión simbólica y política de la producción, apropiación y destrucción de la placa ha sido un tema destacado en diferentes ámbitos académicos35. En un breve balance de la producción de los últimos cinco años, recuperamos líneas de fuerza que, si por un lado singularizan la memoria de Marielle Franco, por otro, la transforman en un cuerpo político en la producción de múltiples solidaridades y pertenencias a las luchas interseccionales que representó.
En este conjunto de trabajos, es posible percibir el protagonismo de investigadoras e intelectuales negras, tanto en la producción de claves teórico-metodológicas para el análisis de estrategias de trabajo de memoria sobre Marielle Franco como en el diálogo epistémico que proporciona densificación y alineamiento con las agendas encarnadas por el cuerpo político de la concejala. Hay diferentes énfasis en su biografía, como en el enfoque del lesbocidio, el activismo negro y el duelo, que dialoga con la interseccionalidad de sus luchas. Hay obras que mapean y problematizan las disputas por la memoria en la ciudad, con la producción de arte urbano y los borrados sistemáticos. Es posible observar las diferentes áreas de conocimiento que se movilizaron para el análisis, especialmente de acciones después de su muerte, incluyendo aquí la tesis de Anielle Franco sobre la creación del Instituto Marielle Franco.
La singularidad de nuestra propuesta es el análisis de la trayectoria social del artefacto de la placa “Calle Marielle Franco” desde la calle hasta los museos, en el sentido de pensar las escrituras de la Historia y las apropiaciones realizadas a través de exposiciones en diferentes instituciones de memoria, desde miradas de múltiples perspectivas de diferentes agentes patrimoniales.
Desde el punto de vista institucional, al menos dos museos han incorporado la placa como parte de sus colecciones, el Museo Histórico Nacional y el Museo de la Maré. Esto apunta a una expansión de las políticas de adquisición de colecciones, con la incorporación del tiempo presente, las demandas sociales por el derecho a la memoria y el diálogo con los artefactos urbanos. El Museo de la República también albergó una exposición temporal con la reproducción de una placa ampliada. Para analizar los procesos de musealización de la placa “Marielle Franco” se utilizaron las fuentes de documentación museológica; textos y etiquetas de la exposición y entrevistas con directivos y empleados. Las entrevistas se realizaron a partir de un guión semiestructurado construido en torno a tres ejes, a saber, formación y trayectoria profesional en el museo, incorporación de la placa y acciones expositivas y educativas.
Las investigaciones sobre la escritura de la historia en los museos han llamado la atención sobre las especificidades de la narrativa museológica36. Como herramientas pedagógicas, los museos juegan un papel importante no solo en la creación de conciencias personales, sino también en la construcción y representación de diversas identidades colectivas. Como terrenos en disputa, han sido objeto de profundas revisiones en lo que respecta a la naturaleza de sus colecciones, las modalidades de representación cultural y el papel de los visitantes. En definitiva, la propia identidad y misión de estas instituciones atraviesan un momento de intenso estudio, revisión y debate. La adquisición y exhibición de la placa forman parte de un movimiento a favor de la función social de los museos históricos, así como de la disputa más amplia por la memoria de la concejala y, en consecuencia, de la democracia brasileña.
El Museo Histórico Nacional, institución brasileña centenaria, concebida y creada por Gustavo Barroso en 1922, con un enfoque en la narrativa militar, incorporó la placa en el mismo año del asesinato de la concejala. La primera versión de la placa, creada por movimientos sociales, fue donada al Museo Histórico Nacional por uno de sus empleados en octubre de 2018, según consta en el formulario de documentación del museo. El artefacto se clasificó en la clase “Objetos ceremoniales”, subclase “Objetos conmemorativos”. Según la investigadora, Aline Magalhães, “ya había un consenso sobre la necesidad de su adquisición incluso antes de que se produjera el acto. Cuando el equipo se enteró del acto, se empeñaron en conseguir que una de estas placas formara parte de la colección del museo y se instaló de inmediato en la exposición Ciudadanía”37.
La exposición del Museo Histórico Nacional, “Ciudadanía en la construcción”, albergaba la placa en la sección temática sobre derechos políticos. El módulo incluye un texto sobre la definición e historicidad de los derechos políticos en Brasil, así como una máquina de votación electrónica, reforzando la premisa de que, en una democracia, el voto es el principal medio para ejercer este derecho. Varios afiches y panfletos de campañas políticas conforman el panel. La placa estaba ubicada en un “lugar intermedio”, un pasaje a la siguiente sección. Resaltado sobre un fondo gris, el objeto indicaba el trabajo de la memoria en relación con el intento de borrar a Marielle de la historia republicana, permitiendo reflexionar sobre la violencia y la fragilidad del Estado democrático de derecho en Brasil.
La retirada de la placa de la exposición permanente del MHN, en 2021, cuando reabrió tras la pandemia, provocó reacciones y sospechas de motivaciones políticas, pero sin embargo no implicó su eliminación de la colección de la institución centenaria, ni impidió preguntas y reflexiones sobre las disputas en el campo de la memoria y los museos: ¿a quién le interesa “ocultar” la memoria de Marielle Franco?
La historiadora Aline Montenegro Magalhães analizó la importancia de la placa en el Museo. En sus palabras:
“Es de una enorme importancia. Primero, porque es un documento de un momento político muy turbulento. Es una forma de resistencia a la opresión y al autoritarismo que crecía en ese momento. Entonces, es un documento de este momento político, es un soporte a la memoria de una política negra, que luchó por los derechos humanos, lesbiana, madre, favelada, que es un perfil de política muy poco contemplado en los escritos de historia en los museos, y más aún en museos de historia como el MHN, que siempre ha enfatizado la figura de los héroes masculinos, blancos, de la élite. Así que también es una forma de poder escribir otras historias en el museo”38.
La inflexión sobre la importancia de la placa desencadena un análisis de la narrativa canónica del Museo y las estrategias del equipo para fisurarla a través de sus políticas de adquisición, investigación y comunicación. Escribir historia en los museos se diferencia de otras formas de escritura y enseñanza, no sólo porque se lleva a cabo en una institución específica, sino sobre todo por la forma en que se accede a los documentos y/o monumentos y cómo dialogan múltiples lenguajes. Appadurai39 señala que el objeto transita por varias vidas y, con cada nuevo contexto, adquiere nuevos significados. Por lo tanto, puede abrirse paso y crear nuevos valores y significados.
La evocación del momento político del presente y su relación con el objeto de memoria de la placa desafía al museo a escribir otras historias. La investigadora, consciente de la importancia de problematizar el artefacto, coincide con las reflexiones de Francisco Régis Ramos sobre la escritura museística
“la historia no se escribe con la intención de exhibir variaciones mnemotécnicas, sino en el vínculo innegociable con las problematizaciones sobre las relaciones que el presente establece con el pasado, incluyendo las formas de recordar socialmente compartidas, en un juego de acuerdos y disputas”40.
Es importante, por tanto, analizar los contextos expositivos de la placa y el diálogo propuesto con la memoria y el tiempo presente. La exposición temporal sobre “10 objetos: otras historias”, inaugurada en el centenario del MHN en 2022, mostró un diagrama de la fotografía de la performance en Cinelândia, con la multitud formando el nombre de Marielle con las mil placas levantadas en el aire. En palabras de la investigadora, directora del museo en ese momento, “la exposición reforzó esta presencia de la placa en la historia del propio Museo”41, que venía renovando su concepción historiográfica desde la última década a partir de la escucha y participación de diferentes actores sociales. Además, la placa se entiende como un artefacto capaz de contribuir a la deconstrucción de la narrativa lineal, pacificadora y evolutiva de la Historia en los museos, en un esfuerzo por trazar cien años de la institución. En sus palabras:
“Esta historia a contrapelo, como dice Walter Benjamin, esta historia de rupturas, de luchas y, sobre todo, en este proceso de construcción de ciudadanía, que es un proceso inconcluso, [...] de esfuerzo continuo, siempre está ahí. Y el museo necesita mostrar estos procesos de forma abierta, no como algo dado, como se suele valorar”42.
El testimonio es relevante porque indica una vigorosa revisión de la concepción historiográfica del museo histórico brasileño más longevo, que incorporó rápidamente el artefacto del presente, además de demostrar interés por reflexionar sobre la ciudadanía y sus desafíos desde estrategias de memoria no oficiales relevantes para el debate público. La placa incorporada fue, por lo tanto, la producida y movilizada por la sociedad civil y los movimientos sociales. Así, la representación del proceso de ciudadanía en Brasil incluye fisuras autoritarias y violencia de género tanto en las exposiciones permanentes como en las temporales, provocando problematizaciones sobre el artefacto en la construcción misma de la narrativa histórica del MHN.
El segundo museo en incorporar la placa fue el Museo de la Maré, ubicado en el complejo de favelas del mismo nombre. Fue creado en 2006 y su exposición permanente cuenta con doce módulos temáticos denominados “tiempos de la Maré” instituidos a partir de la experiencia comunitaria. Según Antônio Carlos Vieira, uno de sus fundadores, “merece ser entendido como una novedad en el uso del pasado, como punto de referencia de la memoria colectiva local, como parte del proceso de autoconstrucción de una ‘comunidad afectiva’”43. El objetivo principal del Museo es producir experiencia y participación, entendida como un proceso continuo en el que las personas se sienten agentes y copartícipes, con el fin de fomentar la misma actitud en la vida comunitaria. La propia trayectoria de Marielle Franco, como estudiante, secretaria y promotora de proyectos en el CEASM, es ejemplar de esta concepción formativa y política presente en las acciones básicas del grupo.
En la exposición en el Museo de la Maré la placa “Calle de Marielle” se insertó en una narrativa museográfica que enfatiza su biografía y ascendencia, respetando la solicitud de su padre para que la gente pudiera conocer a su hija y no solo a la concejala. Por eso, esta narrativa privilegia la construcción de vínculos afectivos con el territorio de la favela, ya que se exhibe en “Tiempo del Cotidiano”, cerca de la instalación del bar del abuelo de Marielle. A su lado, la reconstrucción de un callejón –una calle estrecha y a menudo autoconstruida en las favelas– con fachadas de casas con placas con números de casas o anuncios comerciales, da cabida a la placa, reforzando la dimensión de residente de la favela de quien, antes de ser concejala, fue hija, nieta, hermana, madre, esposa, amiga, estudiante, investigadora y activista.
La placa forma parte de la representación de la territorialidad de los callejones de la favela, lugar donde nació y vivió Marielle hasta poco antes de su ejecución. Como hemos visto, en su primera versión la placa no destacaba este aspecto biográfico, pero sí el oficial: “favelada” es el segundo término después de “negra”. Aun así, la versión de la placa adoptada fue la proveniente de los movimientos sociales y la ausencia del término fue confrontada con la exposición de las relaciones con el territorio de la Maré.
Placa de la calle Marielle Franco en el módulo de exposición Tiempo de lo Cotidiano.
Siguiendo las acciones a favor de su memoria, en 2019, el Museo de la Maré realizó la inauguración de la exposición “Tiempos de Marielle”. La exposición fue inaugurada el 14 de marzo, cuando se cumplió un año del asesinato. La propuesta de la curaduría colectiva fue presentar los tiempos de la breve pero intensa vida de Marielle, en diálogo con los tiempos que marcan la historia de la favela donde nació y creció. Es importante recordar que Marielle estudió el curso previo al Examen de Ingreso Preuniversitario (Pré-Vestibular) en el Centro de Estudios y Acciones Solidarias de la Maré (CEASM), donde luego trabajó e inició su militancia, siendo así parte de la red que construyó el propio Museo y conecta iniciativas de memoria, educación y derechos de la favela.
La puerta de su despacho en el Consejo Deliberante, cargada de simbolismo, abría la exposición a los visitantes. En ella se pegaron adhesivos de campañas y luchas lideradas por la concejala, como el aumento de la presencia femenina en la política y el fin de la violencia policial en las favelas. Según el propio texto de la exposición, “La puerta es memoria, es denuncia, es un llamamiento a no olvidar. Su poder simbólico va más allá de su frágil materialidad y nos invita a la búsqueda permanente e inquietante de la justicia”44. Cruzándola era posible observar un conjunto de diez pinturas de Marcondes Rocco, artista y docente, que representaban la trayectoria multifacética de Marielle: niña, mujer, estudiante, favelada, investigadora, bisexual, madre, hija, esposa, líder negra, concejala y activista de derechos humanos. También hay una pintura que lleva su nombre como calle, en la ciudad de Colonia, Alemania.
En las entrevistas con el equipo del Museo de la Maré, se destacó bastante el uso de la placa con el objetivo de preservar la memoria. El hecho de que Marielle fuera una “cría” de la Maré, expresión carioca para quienes se criaron y formaron en el territorio, es relevante en los discursos, impregnando de sentido colectivo la trayectoria de la concejala. En palabras de Thamires Ribeiro de Oliveira, conservadora-restauradora del Museo, “esta placa se ha convertido en un símbolo de su legado y porque el Museo de la Maré está comprometido con la preservación de la memoria de Marielle Franco”45. El asesinato representó, en sus palabras, “una pérdida brutal para la gente del CEASM y del Museo de la Maré, que repercute en la necesidad de preservar su memoria para las generaciones actuales y futuras”46.
La percepción de la importancia colectiva de Marielle para todo el grupo y el territorio también se evidencia en la entrevista con Adrielly Ribas Morais, investigadora y educadora de la institución. En sus palabras, “Marielle no estaba sola, estaba con sus pares, y también los llevó a diferentes espacios. Y colectivamente, lucharon por transformar”47.
Sobre la adquisición de la placa, Marcelo Vieira, uno de los fundadores del CEASM y del Museo, narra que recibieron la donación de Sidney, dueño de una pequeña imprenta que reprodujo varias placas para movimientos sociales, en abril de 2019. Según él, la placa se integró en la exposición de larga duración en el mismo año:
“En el Tiempo Cotidiano [una sección del museo] está la idea de poner placas con los nombres de algunas calles de las favelas y, en este espacio, hay pedazos de lo que fue el barcito [botequim] del abuelo de Marielle, uno de los pioneros en la Maré. Cuando falleció (no recuerdo la fecha, pero fue mucho antes de que Marielle fuera concejala), el equipo del Museo recibió como donación de la familia, unos objetos del bar que utilizamos para montar un espacio en honor al Sr. Francisco. La placa de la calle Marielle se colocó en esta parte de la exposición para crear en el futuro un conjunto interesante con las otras placas de nombres de calles de la Maré”48.
Los ladrillos vistos de la instalación de la exposición, tan típicos en las construcciones vernáculas de las favelas, contextualizan la placa y el bar, el callejón y la ginga49, el comercio popular y la inventiva solidaria que construyen el “tiempo de la vida cotidiana” del complejo Maré. La arquitecta Paola Berenstein50 analiza la concepción laberíntica de la favela, resultado de un proceso de ocupación sin proyecto, que produce, en el acto de atravesarla a través de sus habitantes, el contonearse [ginga] de los sambistas, la forma de modular el cuerpo en el espacio con ritmo y requiebres. El Museo ofrece esta experiencia a los visitantes no residentes y da a conocer otras formas de recorrer la ciudad y nombrar sus espacios, fuera de la toponimia oficial. La placa de “Calle Marielle Franco” se inscribe, por tanto, en una doble dimensión, ya que demarca un espacio de memoria de su exterminio, pero en la representación del territorio de su vida.
El tercer museo en exhibir una reproducción de la placa fue el Museo de la República (MR), en una exposición temporal titulada “Marielle Marés”, en marzo de 2023. Ubicado en el antiguo Palacio de Catete, sede del poder federal republicano y creado en 1960 como División de Historia de la República (DRH), después de la construcción de la nueva capital Brasilia y el desplazamiento de los aparatos federales del Estado brasileño, pertenecía originalmente al Museo Histórico Nacional. En 1983 el Museo de la República obtuvo su independencia administrativa. Desde 2005, también es responsable de la gestión del Palacio de Río Negro, ubicado en Petrópolis (RJ), residencia de verano utilizada por presidentes republicanos.
En el mes en que los asesinatos cumplieron 5 años, el Centro de Estudios y Acciones Solidarias de la Maré (CEASM) y el Museo de la Maré, por invitación del MR, lanzaron la exposición temporal para contar un poco de la historia de vida de Marielle Franco a través de la colección sobre su trayectoria, resguardada gracias al trabajo desarrollado por todo el equipo. También es responsable de la curaduría colectiva de la exposición. La inauguración tuvo lugar el 20 de marzo de 2023 y estuvo abierta a los visitantes hasta noviembre del mismo año.
La museografía presentó al público, entre otros elementos de la colección, la puerta de la oficina de Marielle cuando era concejala, placas de la calle Marielle Franco y lienzos de los artistas Marcondes Rocco, Pâmela Couto Di Alencar, Flávio Vidaurre, Will Barcelos y Marcela Cantuária, así como reproducciones de fotografías de su colección personal. La gran pieza de la exposición fue la placa de la “Calle Concejala Marielle Franco” pintado a mano por un artista del Mareé sobre un enorme soporte de madera (3m x 7m), la mayor reproducción de la placa exhibida en museos hasta la fecha. Su monumental exposición dentro del MR puede interpretarse como una advertencia y denuncia de la fragilidad de la democracia en el país y, en consecuencia, de la propia memoria histórica que pretende narrar.
Reproducción ampliada del letrero de la calle Marielle Franco en la exposición temporal “Marielle Marés”, en el Museo de la República.
Reflexiones finales
La biografía social de la placa “Calle de Marielle Franco” en los museos históricos ya sean federales o comunitarios, apunta a la construcción de políticas públicas y acciones que perpetúan la memoria del crimen y la violencia política en Brasil, así como todas las agendas que la concejala representó. Si en la ciudad la placa es desplazada, vaciada o rota, podemos afirmar que los museos oficializan su preservación y difusión, a través de narrativas que refuerzan su compromiso con la función social, el tiempo presente y la posibilidad de reescribir la Historia.
Con diferentes impactos, matices y narrativas, el Museo Histórico Nacional, el Museo de la Maré y el Museo de la República transforman el artefacto en una fuente histórica, ya sea para indicar rupturas en el proceso de construcción de ciudadanía, para ampliar el territorio de creación y formación de Marielle, o para ampliar con lentes gigantes su inscripción en la memoria brasileña y, con esto, hacer que resuenen sus ideales de lucha, incluso con la ira del duelo.
Pintura “Volveré y seré millones”, de Marcela Cantuária, 2018.
Entre las diversas apropiaciones producidas en torno a la placa de la “calle Marielle Franco”, los museos federales MHN y MR invirtieron en el potencial de problematización que el artefacto desencadenó en relación con sus propias narrativas históricas. La elección de la monumentalidad en las reproducciones de las exposiciones temporales, ya sea de la performance en el caso del centenario del MHN, o de la propia placa en el MR, fue un recurso que indica el reconocimiento de la representatividad e importancia de las acciones de resistencia a la intensificación de la violencia política, especialmente contra las mujeres en Brasil. El objeto denuncia así fisuras en el proceso democrático que los dos museos representaron, con sus especificidades, como una construcción triunfante en la historia brasileña.
El Museo de la Maré, por su parte, refuerza en su exposición permanente la dimensión biográfica de Marielle Franco como favelada, negra y política, con énfasis en su trayectoria de formación dentro de las acciones de la red que conforma la institución (CEASM). El diálogo con la familia permite la negociación de estrategias expositivas y memoriales, en atención al trabajo de proyectar las semillas de sus acciones y luchas a otras generaciones de residentes y, por supuesto, también a los visitantes, que aprenden a imaginar otras formas de viajar y, sobre todo, a construir la memoria y la historia de la ciudad; acción política en el pasado y en el futuro, a través de cuerpos, saberes y subjetividades que muchas veces han sido invisibilizados en las narrativas de los museos brasileños.
Notes
1
Discurso de la concejala Marielle Franco en la tribuna del Concejo Municipal en el Palacio Pedro Ernesto, disponible íntegramente en el canal del Instituto Marielle Franco: https://www.youtube.com/watch?v=fl8czAgJGUE. Fecha de acceso: 28/10/2023.
2
Disponible en: https://www.cnnbrasil.com.br/nacional/homem-quebra-quadro-de-lula-e-placa-de-marielle-em-bar-no-rio-de-janeiro/. Fecha de consulta: 15/01/2024.
3
Paul Claval, A Geografia Cultural, Florianópolis, Edusc, 2001 [1997], p. 202.
4
Aparecida Negri Isquerdo, “O nome do município: um estudo etnolinguístico e sócio-histórico na toponímia sul-mato-grossense”, Revista Prolíngua, vol. 2, n° 2, 2008, p. 36.
5
Toni Morant i Ariño, “Conmemorar qué nombres, habitar qué calles. Algunas reflexiones sobre el papel de la ciencia histórica en la revisión del nomenclátor urbano del franquismo”, Pasado Abierto. Revista del CEHis, vol. 15, 2022, p. 331.
6
Ley 52/2007. Boletín Oficial del Estado, nº 310, pp. 53410-53416.
7
Ley n° 6.454 (1977). Diário Oficial da União, 25/10/1977, p 14377, col. 1.
8
Disponible en: https://aventurasnahistoria.uol.com.br/noticias/historia-hoje/rj-vereadora-quer-substituir-nome-de-ruas-que-homenageiam-escravocratas.phtml. Fecha de consulta: 10/01/2024.
9
Márcio Seligmann-Silva, “Narrar o trauma- a questão dos testemunhos de catástrofes históricas”, Psicologia Clínica, vol. 20, n° 1, 2008, p. 66.
10
Anielle Franco Silva, Instituto Marielle Franco: escritos, memoria y legado de Marielle Franco, Tesis de maestría, Río de Janeiro, CEFET, 2021, p. 10.
11
Kryzstof Pomian, “Coleção”, en Fernando Gil (dir.), Memória-história, Porto, Imprensa Nacional, Casa da Moeda, 1984.
12
Anielle Franco Silva, Instituto Marielle Franco: escritos, memoria y legado de Marielle Franco, Tesis de maestría, Río de Janeiro, CEFET, 2021, p. 80.
13
Mary Beard, Mulheres & poder: um manifesto, Lisboa, Bertrand Editora, 2018.
14
Mary Beard, Mulheres & poder: um manifesto, Lisboa, Bertrand Editora, 2018, p. 49.
15
Anielle Franco Silva, Instituto Marielle Franco: escritos, memoria y legado de Marielle Franco, Tesis de maestría, Río de Janeiro, CEFET, 2021, p. 74.
16
Anielle Franco Silva, Instituto Marielle Franco: escritos, memoria y legado de Marielle Franco, Tesis de maestría, Río de Janeiro, CEFET, 2021, p. 79.
17
Anielle Franco Silva, Instituto Marielle Franco: escritos, memoria y legado de Marielle Franco, Tesis de maestría, Río de Janeiro, CEFET, 2021, p. 85.
18
N. del tr.: maré en portugués quiere decir “marea”.
19
Cláudia Rose Ribeiro da Silva, Maré: a invenção de um bairro, Tesis de maestría, Río de Janeiro, FGV, 2006.
20
Entrada “Marielle Franco” de Iara Amora y Mariana Gomes, disponible en https://wikifavelas.com.br/index.php/Marielle_Franco. Fecha de acceso: 01/02/2024.
21
Entrada “Marielle Franco” de Iara Amora y Mariana Gomes, disponible en https://wikifavelas.com.br/index.php/Marielle_Franco. Fecha de acceso: 01/02/2024.
22
Marielle Franco, UPP – a redução da favela em três letras: uma análise da política de segurança pública do Estado do Rio de Janeiro, Tesis de maestría, Niterói, Universidade Federal Fluminense, 2014.
23
Marielle Franco, UPP – a redução da favela em três letras: uma análise da política de segurança pública do Estado do Rio de Janeiro, Tesis de maestría, Niterói, Universidade Federal Fluminense, 2014, pp. 125-126.
24
Un primer acercamiento a la historia de la placa realizado por los autores fue publicado en “Cien Objetos de la Historia de Brasil”, en conmemoración del centenario del Museo Histórico Nacional y del bicentenario de la Independencia, en 2022.
25
João França, “Rua Marielle Franco: lutas e simbolismo acerca do ato de nomeação e renomeação de espaços públicos”, Anais do 30° Simpósio Nacional da ANPUH, Recife, 2019.
26
El exgobernador Wilson Witzel, elegido por el Partido Social Cristiano (PSC), fue destituido en 2021 por acusaciones de corrupción en la gestión sanitaria durante la pandemia. El exdiputado federal Daniel Silveira, elegido por el Partido Social Liberal (PSL), fue condenado en 2023 a ocho años y nueve meses de prisión y a la pérdida de su mandato parlamentario por los delitos de atentar contra el Estado democrático de derecho. El diputado estatal Rodrigo Amorim, reelecto en 2022, está siendo investigado por el Tribunal Regional Electoral de Río de Janeiro por el delito de violencia política de género.
27
Ewa Domanska, “El viraje performativo en la humanistica actual”, Criterios, vol. 37, 2011 p. 129.
28
Deborah Pereira, “Rua Marielle Franco: uma proposta de análise semântica”, Revista Rua, vol. 28, n° 2, 2022, pp. 377-385.
29
Deborah Pereira, “Rua Marielle Franco: uma proposta de análise semântica”, Revista Rua, vol. 28, n° 2, 2022, pp. 376-377.
30
Mikhail Bakthin, Marxismo e filosofia da linguagem, San Pablo, HUCITEC, 1981 [1929], p. 35.
31
Deborah Pereira, “Rua Marielle Franco: uma proposta de análise semântica”, Revista Rua, vol. 28, n° 2, 2022, pp. 377-385.
32
Deborah Pereira, “Rua Marielle Franco: uma proposta de análise semântica”, Revista Rua, vol. 28, n° 2, 2022, p. 385.
33
Disponible en: https://www.ruamariellefranco.com.br/. Fecha de consulta: 10/01/2024.
34
Anielle Franco Silva, Entrevista sobre el letrero “Calle Marielle Franco”, mediada por la Profa. Pâmella Passos, WhatsApp, 09/03/2022, 17:07, 4 audios de WhatsApp.
35
João França, “Rua Marielle Franco: lutas e simbolismo acerca do ato de nomeação e renomeação de espaços públicos”, Anais do 30º Simpósio Nacional da ANPUH, Recife, 2019. Carla Rodrigues y Tássia Áquila Vieira, “A função política do luto por Marielle Franco”, Cadernos de Gênero e Diversidade, vol. 6, n° 2, 2020, pp. 134-150. Flávia Meirelles, “A (pós) vida política de Marielle Franco”, Diversidade sexual, étnico-racial e de gênero: saberes plurais e resistências, Salvador, Universidade Federal da Bahia, vol. 1, 2021. Isadora Costa y Raphael Barros, “Arte urbana e reivindicação política”, Faces de Clio, vol. 7, n° 13, 2021. Deborah Pereira, “Rua Marielle Franco: uma proposta de análise semântica”, Revista Rua, vol. 28, n° 2, 2022, pp. 377-385.
36
Ulpiano T. Bezerra de Meneses, “Do teatro da memória ao laboratório da História: a exposição museológica e o conhecimento histórico”, Anais do Museu Paulista, vol. 2, 1994.
37
Aline Montenegro Magalhães, Entrevista sobre la placa “Calle Marielle Franco”, WhatsApp, 10 enero 2024, 18:24, 10 audios de WhatsApp.
38
Aline Montenegro Magalhães, Entrevista sobre la placa “Calle Marielle Franco”, WhatsApp, 10 enero 2024, 18:24, 10 audios de WhatsApp.
39
Arjun Appadurai, A Vida Social das Coisas, Niterói, Editora da Universidade Federal Fluminense, 2008.
40
Francisco Régis Lopes Ramos, Tentação do tempo: a máquina museológica na fabricação do passado, Fortaleza, Imprensa Universitária da Universidade Federal do Ceará (UFC), 2016, p. 95.
41
Aline Montenegro Magalhães, Entrevista sobre la placa “Calle Marielle Franco”, WhatsApp, 10 enero 2024, 18:24, 10 audios de WhatsApp.
42
Aline Montenegro Magalhães, Entrevista sobre la placa “Calle Marielle Franco”, WhatsApp, 10 enero 2024, 18:24, 10 audios de WhatsApp.
43
Antônio Carlos Vieira, “Maré: casa e museu, lugar de memória”, Revista Brasileira de Museu e Museologia, vol. 3, 2007, p. 158.
44
Texto expositivo do Museu da Maré, 2019.
45
Thamiris Oliveira, Entrevista sobre el letrero “Calle Marielle Franco”, WhatsApp, 10 de diciembre de 2023, 15:26, 3 audios de WhatsApp.
46
Thamiris Oliveira, Entrevista sobre el letrero “Calle Marielle Franco”, WhatsApp, 10 de diciembre de 2023, 15:26, 3 audios de WhatsApp.
47
Adrielly Ribas, Entrevista sobre la placa “Calle Marielle Franco”, WhatsApp, 18 de diciembre de 2023, 13:20, 8 audios de WhatsApp.
48
Marcelo Vieira, Entrevista sobre la placa “Calle Marielle Franco”, WhatsApp, 20 de diciembre de 2023, 14:07, 6 audios de WhatsApp.
49
N. del trad.: el término coloquial ginga podría traducirse como “ritmo” o “cadencia”, y por extensión, “gracia”, “alegría”.
50
Paola Berenstein Jaques, A estética da ginga: a arquitetura das favelas através da obra de Hélio Oiticica, Río de Janeiro, Editora Casa da Palavra, 2001.
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Anielle Franco Silva, Entrevista sobre la placa “Calle Marielle Franco”, mediada por la Profa. Pâmella Passos, WhatsApp, 9 de marzo de 2022, 17:07, 4 audios de WhatsApp.
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Aline Montenegro Magalhães, Entrevista sobre la placa “Calle Marielle Franco”, WhatsApp, 10 enero 2024, 18:24, 10 audios de WhatsApp.
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Thamiris Oliveira, Entrevista sobre el letrero “Calle Marielle Franco”, WhatsApp, 10 de diciembre de 2023, 15:26, 3 audios de WhatsApp.
Deborah Pereira, “Rua Marielle Franco: uma proposta de análise semântica”, Revista Rua, vol. 28, n° 2, 2022, pp. 377-385.
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